El camarote de los hermanos Marx

España no atraviesa su mejor momento y la palabra crisis aparece en todas partes, pero a ratos parece que a los políticos esta situación les haya venido incluso bien. Se aferran a ella para camuflar sus malas gestiones, su falta de previsión y su ineficacia. 

Un ejemplo muy claro lo encontramos en la Oficina de Turismo de Cala D´Or, lugar de visita obligado si queremos asistir a algunas de las situaciones más esperpénticas que podamos imaginar. No olvidemos que la fuente principal de ingresos del Ayuntamiento y de todos los que vivimos en el término de Santanyí proviene de los turistas que nos visitan cada año. El servicio que les da esta oficina es completamente nulo por diferentes motivos. Uno de los más graves es la ausencia de un horario que se adapte a las necesidades de los sufridos turistas, que ya de por sí tendrán que realizar un esfuerzo titánico para localizar dicha oficina. Este servicio permanece cerrado desde las 14 horas de Lunes a Sábado y el Domingo durante todo el día. Es decir, si alguno tiene su entrada en Sábado (algo bastante habitual) tendrá que esperar hasta el Lunes para poder ser informado.

Lamentablemente los problemas no quedan ahí. Una vez localizada la oficina y adaptados a un horario ridículo, les llega el momento de solicitar la información necesaria y es en ese preciso instante cuando detectan que todo su esfuerzo no ha servido para nada porque el dominio de los idiomas de la persona que les va a atender se reduce a poco más que un "buenos días" y un "adiós" en inglés y alemán. Por lo que nuestros sufridos y perplejos turistas tendrán que conformarse con algún folleto impreso y la ineficaz comunicación internacional basada en señas y gestos de toda índole. 

La última vez que estuve por allí fue para sacar un certificado de empadronamiento. Tras media hora esperando tuve que marcharme porque los ordenadores no estaban operativos en ese momento. Pero al menos estuve muy entretenido viendo desfilar a un buen puñado de turistas que salían de allí completamente desorientados y con las ideas muy poco claras. Es evidente que la culpa de esta situación no es de la persona que está de cara al público y cuya formación nada tiene que ver con la función que desempeña (de hecho dudo mucho que haya recibido ningún tipo de cursillo a través del Ayuntamiento). El máximo y único culpable es el Regidor de Turismo, Álvaro Solana, que es el máximo responsable de que esta oficina de unos servicios mínimos a los turistas. Pero claro, es difícil detectar todos estos problemas cuando el tiempo que pasas en tu lugar de trabajo se reduce a unos pocos minutos al día y tu formación académica roza el analfabetismo.

Lo peor de todo esto es que luego se van a diferentes ferias y congresos de turismo por toda Europa para promocionar y vender la imagen de Cala D´Or, eso del "Family Coast" con el que tanto se les llena la boca a estos políticos y a la asociación hotelera. ¿ En qué idioma se comunica Alvaro Solana con los representantes de los "tour operadores" ? ¿ Tendrá también que recurrir a las señas ? Este señor es la imagen de nuestro pueblo, él es quien nos representa en estos eventos que son vitales para nuestra economía y para el presente y futuro de Cala D´Or. Y por supuesto, todos estos viajes y los grandes gastos que conllevan salen de nuestros bolsillos y no son precisamente baratos porque no escatima en gastos.

Me temo que el daño ya está hecho y nos llevará muchos años recuperar todo el prestigio e imagen que han dilapidado estos personajes. Tenemos el turismo que nos merecemos, el que se corresponde perfectamente con quienes administran nuestros impuestos. El turismo mediocre que sólo pueden vender mediocres. 

Un saludo